Lo que tu alma aspira según Dios, hazlo

Un hermano preguntó a un anciano: «¿Hay algo bueno para que yo lo haga y viva en ello?». Y el anciano respondió: «Sólo Dios sabe lo que es bueno. Sin embargo, he oído decir que un Padre había preguntado al abad Nisterós el Grande, el amigo del abad Antonio: “¿Cuál es la obra buena para que yo la haga?”. Y él respondió: “¿Acaso no son todas las obras iguales”? La Escritura dice: “Abraham ejercitó la hospitalidad, y Dios estaba con él. Elías amaba la hesyquia (2), y Dios estaba con él. David era humilde y Dios estaba con él”. Por tanto, aquello a lo que veas que tu alma aspira según Dios, hazlo, y guarda tu corazón».

Cuando era joven, siempre me preguntaba cuál sería la obra que Dios quisiera que llevara a cabo con mi vida. Buscaba con exactitud saber. Como todo joven pensaba que algunos de los dones espirituales seguramente serían más importantes. Ya viejo soy. Cumplo los 65 años en tres semanas y an cambiado mis opiniones. Comienzo a entender solo algo de lo que dice la sentencia del abas Nisterós, «¿Acaso no son todas las obras iguales?» Lo que Dios pide de nosotros es la fidelidad en lo que llevamos a cabo. Él que aspira ser marido, que sea un marido fiel. Él que anhela ser plomero (gasifitero) que lo haga con destreza y excelencia. Lo que llevas a cabo, llévalo con fidelidad y afán.

Se nos dice que el gran pecado de Satanás fue la soberbia. No supo como ser humilde. Mientras tanto, él que lleva a cabo lo que su alma aspira, con humildad y amor a Dios, es quien hace lo bueno y gana el cielo. ¿Cuantas veces has visto el gran pastor, cuyo rebaño crece hasta llenar los estadios, ser justo el que cae a las profundidades por su pecado? Y, ¿cuántas veces has conocido el humilde obrero, el albañil, el plomero, el guajiro, quien vive una vida fiel y crie niños que siguen al Señor? De él no se escuchan rumores, mientras el pastor de los dones cae al hoyo y destruye las vidas de los fieles.

Por lo tanto, es mejor hacer lo que tu alma aspira según Dios, más bien que buscar los dones llamativos. De tal modo ganarás el Cielo.